Musica para videojuegos

El mundo de los videojuegos ha evolucionado tanto en los últimos años que resulta realmente sorprendente todo lo que se ha llegado a hacer, hasta el punto de convertirse en un negocio más lucrativo que el cine. Hoy nos centramos en uno de los aspectos concretos de este mundo: La música para videojuegos.

La importancia de la música en los videojuegos

Como ya hemos mencionado, la música para videojuegos suele pasar desapercibida cuando estamos jugando, ya que, cuando es buena y se adapta bien a la trama, no se nota, y eso es algo que no todo el mundo comprende y valora.

Sin embargo, aunque no la notemos, está ahí, y más o menos, como una banda sonora de una película, nos permite sumergirnos en la acción. Es aquello que nos hace estar pegados al sofá, acurrucados, cuando el videojuego es de miedo, o eso que nos sumerge en un estado de excitabilidad cuando estamos jugando a un juego de guerra o de acción. Incluso la música más  trivial de un juego arcade o de plataformas es un factor fundamental que, en muchos casos, hasta ha desarrollado su propio protagonismo. Podemos pensar en temas como el de Super Mario Bross, o el sencillo riff del Pacman.

Cada parte musical del juego tiene su función, y debe ejercerla a la perfección para que estemos en condiciones de cumplir los objetivos del juego, además de hacernos sentir dentro de esa realidad y su contexto.

Historia y composicion de la musica para videojuegos

La historia de la música para videojuegos hay que encontrarla, precisamente, en el origen de los propios videojuegos. Ya los primeros juegos tenían sonidos peculiares y melodías muy básicas y, en algunos casos, efectivas. Algunas de ellas han pasado a la historia, como la del Tetris, otras empleaban temas ya conocidos, como  Pango o Crazy Climber.

En aquellos momentos, la música estaba generada por ordenador y era muy simple, altamente sintética y con el objetivo de aportar “color” al juego. Eran plataformas de 8 bits que no daban mucho juego. Contar con una polifonía de 3 voces sintéticas era un lujo y se hacían maravillas. Bueno, maravillas se hacían con una sola voz, simulando polifonía, todo un reto de la composición y programación en una época en la que se programaba directamente en lenguaje ensamblador. Mucho ha llovido desde entonces, y hoy estamos en otro nivel, con sonidos orquestados estilo Hollywood que nada tienen que envidiar a una banda sonora.

Hoy en día, para las grandes producciones, y con las partidas presupuestarias de las que se disponen, no es de extrañar que se recurra hasta una orquesta sinfónica real. En juegos más modestos habrá que recurrir a la tecnología, que, por supuesto, no es una mala opción. Hablar hoy en día de música por ordenador nada tiene que ver con los tiempos de antaño. Con las máquinas actuales y las librerías de las que disponemos, se puede emular muy bien cualquier sonido sin moverte de tu casa, en un home studio medianamente dotado. Además de que hay un sin fin de sintetizadores, que pueden producir prácticamente cualquier sonido que queramos con una calidad final muy buena.

Si pones en duda la calidad y utilidad de estos sonidos sintéticos frente a los acústicos naturales, puedes ver un ejemplo de como se eligió una Celesta sintetizada para la banda sonora de Harry Potter, frente a una celesta real, y no será por medios, sino porque era claramente el sonido que se buscaba. La síntesis ha alcanzado unas cotas de calidad increíble.

La composición de la música  para un videojuego sigue un proceso similar al de una banda sonora para una película, corto, animación, etc. Vale que cada uno de ellos tiene sus peculiaridades, pero la parte creativa tiene muchos aspectos en común. El tipo de juego para el que se desarrolla también determina como va a ser la música a componer. Ya hemos visto que no es lo mismo un arcade clásico, que un juego de plataformas, que uno de carreras o estrategia. Una buena comunicación entre el compositor y los desarrolladores puede facilitar mucho el flujo creativo. y de posterior producción.

Si quieres saber donde conseguir música para  videojuegos, conviene señalar que, por supuesto, hay numerosas empresas y profesionales dedicadas exclusivamente al desarrollo de este tipo de música, así como empresas desarrolladoras de videojuegos que ya cuentan con sus propios departamentos de producción musical, lo cual facilita mucho el trabajo final.

Si vas por tu cuenta y estás desarrollando un videojuego, ahora veremos alguna opción.

Como conseguir musica para videojuegos gratis

Con todo lo que hemos visto, ha quedado claro que lo mejor es, sin duda, un músico que adapte la música al desarrollo de la acción. Esto es algo común a lo que ya se ha comentado en otros artículos, como, por ejemplo, música para publicidad.

Si se va a desarrollar un videojuego para una de las grandes plataformas, lo normal es que haya un equipo de trabajo y, dentro de éste, la música es algo a considerar siempre. Si no es así, el resultado final no va a ser el adecuado y, sinceramente, la inversión en recursos y medios lo justifica plenamente.

Hoy en día existe una industria digamos menor, que permite a desarrolladores con menos recursos entrar en el mundo de los videojuegos, con plataformas como Android, IOS, o consolas más sencillas.

Para estos casos, los recursos que recomendamos en nuestro artículo de música para videos son totalmente válidos. Es más, antes de recomendar estas páginas, las analizamos a fondo, como todo lo que publicamos en esta web, y descubrimos algunos temas que ya han sido empleados en algunos juegos para dispositivos móviles. Eso sí, te recomiendo que pases bastante tiempo buscando y analizando la música que encuentres en estos portales. Una buena elección puede ser ese punto a sumar para el éxito o fracaso de tu videojuego.

Como ves, la música para videojuegos, aunque parezca estar en segundo plano, es fundamental, ya que, sin ella, no hay ambientación posible.

Esperamos que el artículo te haya resultado interesante, te haya despejado algunas dudas, y te ayude a localizar ese tema que necesitas para rematar tu videojuego y que sea un éxito.